¡Pásate a la sal marina sin refinar!

Este es un consejo que te doy encarecidamente, que la sal que utilices para cocinar sea sal marina sin refinar y sin químicos añadidos (como anti apelmazante). Puedes elegirla de molido fino o grueso. La sal marina sin refinar resulta de la evaporación lenta del agua de mar por su secado al aire libre en una larga fase de tiempo, que permite que los granos queden impregnados de la rica flora marina.
El principal componente de la sal es sodio, pero la sal marina sin refinar, no sólo contiene sodio, contiene 92 minerales esenciales (sodio, magnesio, calcio, yodo, manganeso, flúor, etc...).
La sal en su justa medida es beneficiosa para: digerir adecuadamente los hidratos de carbono, regular la tensión arterial, contrarrestar el exceso de acidez en el cuerpo, equilibrar los niveles de azúcar en sangre, favorecer la absorción de nutrientes a través del intestino, limpiar los pulmones de mucosas y flemas pegajosas, acabar con el catarro y la congestión nasal, es un potente antihistamínico, puede prevenir los calambres musculares, ayudar a prevenir el exceso de producción de saliva, reforzar los huesos (la deficiencia o la ingesta de sal refinada es la causa principal de osteoporosis), regular el sueño, ayudar a prevenir la gota y la artritis gotosa, es vital para mantener la sexualidad y la lívido, puede prevenir las venas varicosas y las vasculares, es esencial para la generación de energía hidroeléctrica en las células del cuerpo,.....
No hay que temer a la sal, tomar un poco de sal es beneficioso para nuestra salud. No es bueno no tomar nada de sal, ni tomarla en exceso.
Pero, ¡Cuidado con la sal de mesa o la sal marina refinada! Hay muchas personas que no saben que este tipo de sal es la que habitualmente utilizan para cocinar. Esta clase de sal apenas aporta nada al cuerpo y además es muy nociva para la salud porque solo contiene cloruro de sodio en estado casi puro.
¿Qué quiero decir con esto? Que al no contener otros oligoelementos, como sí los contiene la sal marina sin refinar, va generando catástrofes en el cuerpo porque tiene un efecto deshidratante que puede provocar la formación de cálculos biliares, aumento de peso, hipertensión arterial, problemas renales, retención de líquidos y otros problemas de salud. Además este tipo de sal, puede contener aditivos perjudiciales como el silicato de aluminio, que puede causar Alzheimer.
Otra recomendación que te hago es no comer la sal cruda. Para que la sal sea beneficiosa para el cuerpo, ha de penetrar en los alimentos, es decir, hay que dejar que la humedad de las frutas, las verduras, los cereales y las legumbres disuelvan la sal. Si la sal se utiliza en estado seco, penetra en el cuerpo de forma no ionizada y produce sed (señal de estar intoxicado). Provoca más daños porque no se asimila como es debido y no se aprovecha.
Si tienes la costumbre de utilizar la sal cruda en alguno de tus platos, te recomiendo sustituirlo por el gomasio. El gomasio es una mezcla de semillas de sésamo y sal marina sin refinar tostados y pisados en un mortero especial, estriado, que recibe el nombre de suribachi. Puedes elaborarlo en casa o puedes comprarlo hecho.
Eva Mena
-Consultora de Bienestar de Macrosalud-
"Mi misión es guiar a las personas
para tener mejor calidad y estilo de vida"
-Asesoramiento en alimentación macrobiótica (para cuidarse o para tratar problemas de salud -dietoterapia-),
-Cocina macrobiótica (para cuidarse o para tratar problemas de salud),
-Medicina Oriental aplicada en macrobiótica (recetas medicinales, tratamientos externos),
-Alimentación y Nutrición más saludable,
-Especialista en alimentación para casos de Candidiasis y Fibromialgia,
-Curso
de iniciación a la Macrobiótica,
-Crecimiento Personal,
E-Mail: macrosaludvalencia@gmail.com
Macrosalud es Salud en su sentido más amplio.
Macrosalud es Macrobiótica, es Alimentación, es Cocina saludable, es Medicina Oriental, es Crecimiento Personal y Espiritual.
Fuente: Libro "Guía práctica de la macrobiótica" de Publicaciones Gea, Mauricio Waroquiers, Libro "Los secretos eternos de la salud" de Andreas Moritz